Publicado en El Día de Zamora el 14 de febrero.
Primero el dato histórico. Valentín,
un tipo de existencia discutida, se supone que era un médico romano que se hizo
sacerdote y le dio por casar a los soldados del imperio, cosa esta prohibida
porque el matrimonio era algo considerado incompatible con la carrera de las
armas. Y así, por llevar la contraria al emperador, Valentín fue decapitado.
Que miren ustedes, y permítanme que me desvíe de la cuestión principal, si en
España se decapitara más, luciríamos de otro modo. Volviendo a Valentín, como la
iglesia católica es muy fan de crear mitos, matarlos de manera sangrienta y
después santificarlos, esta no podría ser la excepción, así que Valentín a
secas pasó a ser San Valentín y su festividad se conmemora todos los 14 de
febrero. Y por la tontería esa de casar soldados, se le hizo patrono de los
enamorados. Casi puedo ratificarles que el aspecto físico de Valentín no debía
coincidir en nada con el de un niño regordete de rubio cabello rizado. Y mucho
menos que tuviera alas y fuera provisto de un arco y un carcaj de flechas para
disparar a las parejas y así contaminarlas con el virus del amor. No amigos,
esa monería de niño regordete no deja de ser un insalubre canto a la obesidad y
nada bueno puede salir de él. Estás gordo Valentín (esto dicho por Javier
Gurruchaga tiene mucha más gracia) y además me caes gordo. Este rollo que te
traes de emparejar a flechazos me parece violento, que yo ahora voy a la chica
que me gusta y la atravieso con una flecha a tu imagen y semejanza y se me echan
encima las asociaciones contra la violencia de género, la fiscalía, la
judicatura y los medios de comunicación. No Valentín, no es a flechazos como
ahora se resuelven las cosas. Ahora para enamorar a un ser, en vez de
ensartarlo como a San Sebastián, se le colma de regalos, y cuanto más caros y
ostentosos, de mayor calidad será tu amor. “Ni se compra ni se vende el cariño
verdadero” cantaba Manolo Escobar. Y una leche Valentín, eso es precisamente lo
que ahora se hace con el amor, traficar con él.
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es obligatorio.
No es por nada, pero el niño regordete de rubio cabello rizado no es Valentin, o San Valentin, sino CUPIDO. Si mas.
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