Tilda Swinton es una actriz británica que en el año 2007 ganó el Oscar y el BAFTA por su papel de reparto en la película “Michael Clayton”. Pero ahora quiere ser protagonista de “La Bella Durmiente” y se ha encerrado en una urna de cristal para echarse un sueñecito. Hasta aquí, es posible que no estén entendiendo nada, pero a partir de aquí, que voy a hacer un intento por explicárselo, ya les anticipo que van a entender mucho menos. Resulta que a Tilda le ha debido de dar un aire de los malos y se ha echado una siesta. Pero lo ha hecho en pleno MoMA y como parte de la exposición “The Maybe”, en castellano, para que ustedes comprendan algo de toda esta locura, “El Quizás”. Ya de por sí la actriz tiene una apariencia física inquietante -pueden ponerle cara si la recuerdan como la Bruja Blanca en “Narnia”, Elizabeth Abbott en “El curioso caso de Benjamin Button”, o la protagonista junto a David Bowie del video “The Stars (Are out tonight)”- con su aspecto andrógino y delgado hasta el extremo, pero además se ha tumbado sobre un colchón con camisa, zapatos y pantalones dentro de una urna de cristal. Nadie estaba informado de que ella formaría parte de esa exposición, ni siquiera el equipo del MoMA. Según el propio museo, parte del interés de esta instalación es que no se había anunciado, ni aparecía en los programas; tampoco tenemos declaraciones del artista ni de lo que hay detrás de esta obra. Su filosofía es “ahora lo ves, ahora no lo ves”. Para completar esta locura caótica, Tilda irá a dormir dentro de su caja de cristal cuando le apetezca durante este año. Podrá cambiar de lugar e incluso dormir en cualquier espacio del MoMa. Al lado de su sarcófago transparente hay un pequeño cartel que nos indica lo que vemos, como si los visitantes fueran tan gilipollas como para no darse cuenta. “Artista viva, cristal, acero, colchón, almohada, lino, agua y gafas” nos indica el rótulo. En mi primera columna para este periódico, les prometí traer aspectos de la cultura que rechinasen para el ser humano medio y aquí tienen una buena muestra. A modo de broma, la obra podría alcanzar su momento culmen si la urna fuera hermética y los visitantes pudieran presenciar la muerte por asfixia de Tilda. Mientras tanto, todo lo demás es mero postureo.
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