El pasado 3 de octubre se cumplieron cincuenta años del lanzamiento del primer single de Los Beatles, siendo este el punto de partida una carrera discográfica que revolucionaría la música pop y que no se interrumpiría hasta la separación del grupo en 1970. El tema había sido compuesto por Paul McCartney en torno a 1957 o 1958 cuando la banda todavía se llamaba The Quarrymen. Más tarde John Lennon añadió la variación central de la canción, que mostraba claras influencias de The Everly Brothers. Pero, ¿Quiénes eran esos chicos de The Quarrymen? Solo unos muchachos de una escuela superior de Liverpool a los que les gustaba el rock y crearon una banda para tocar una cosa llamada skiffle, un tipo de música folk influenciado por géneros como el jazz y el blues. Hasta aquí, todo normal. Hasta aquí, la normalidad de unos adolescentes atraídos por la música, que tocan temas de grupos famosos y aspiran a ir componiendo los suyos. La normalidad empieza a quebrarse cuando tres de los miembros de esa banda se apellidan Lennon, McCartney y Harrison, pero en este punto de la historia ni siquiera ellos sabían que eran John Lennon, Paul McCartney y George Harrison. Y como cuarto mosquetero, Stuart Sutcliffe al bajo. Stuart Sutcliffe como el beatle perdido, el beatle que pintaba y escribía poesía, el beatle que le dio el nombre a la banda, el beatle que se llevó a todos a Hamburgo donde se enamoró de Astrid Kirchherr, la primera que los fotografió a todos en blanco y negro, les cortó el pelo con aquellos característicos flequillos mod top, desterrando para siempre los tupés de rockeros. Fue ella la que les puso un traje negro y una corbata, fue ella la que los modernizó y les dio la imagen. Y tras foguearse en Hamburgo, llega la vuelta a Liverpool, llega The Cavern Club. Pero Stuart Sutcliffe ya se había bajado de aquel barco en julio de 1961, el barco que llegaría a ser el transatlántico más lujoso del mundo. El 10 de abril del año siguiente, 1962, Sutcliffe murió a consecuencia de una hemorragia cerebral, con apenas con 21 años. Justo en la víspera de la tercera gira del grupo y días después del lanzamiento del primer single de The Beatles “Love me do".
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