Milo Manara (Bolzano, Italia, 1945) es una de las leyendas del cómic,
famoso por el erotismo de sus dibujos y todo un superventas que ha
dado lugar a varias películas y series de televisión. Ha colaborado
con Fellini, Hugo Pratt y ahora con Alejandro Jodorowsky, junto al que firma la saga de "Los Borgia” que se publica en un solo volumen en Norma Editorial. Dos particularidades
destacan en este último trabajo de Manara: una es técnica, las imágenes están coloreadas al óleo en lugar de su habitual acuarela;
la otra es visceral: la violencia, ausente en toda su obra, se
alterna ahora con el erotismo debido tanto a la época en el que
está ambientada como a las características propias de sus protagonistas.
Como casi todo en la vida, Manara llegó al cómic primero por
incompetente y después por casualidad. Su ineficacia como pintor, sus
vanos intentos de vivir de ello, le llevaron a convertirse en asistente
del escultor español Ortiz Berrocal, el cual poseía una vasta biblioteca
de cómics que atrajo al joven Maurilio y le hizo cambiar tanto su campo
de trabajo como su nombre: aparece Milo, el estudiante de arquitectura
que combina el cómic erótico con los carteles gráficos para agrupaciones
políticas de izquierdas y las historias de concienciación social. Pero
su camino era la sensualidad y así va siguiéndolo con diferentes
publicaciones. Manara, el hombre que aprendió a dibujar copiando a
Moebius, maestro en un principio, amigo después, cuando comprendió que
solo Moebius podía dibujar como Moebius y eso le hizo buscar su propio
estilo. Y así, 1983 ve nacer “El Click” y desde entonces un torrente de
mujeres ha salido de su trazo limpio y claro, miles de mujeres que son
una sola, teñida de morena, pelirroja, con pelo rizado, liso, de
mirada pícara, pechos si no grandes, sí bien formados y desafiantes de
la ley de la gravedad, piernas torneadas y largas y sobre todo los
mejores culos de la historia del cómic erótico. Como contrapunto, sus
personajes masculinos suelen ser feos cuando no deformes, otras veces
son un
calco de Alain Delon, con los rasgos faciales en exceso marcados.
Manara ha vuelto para mezclar violencia y erotismo, la mejor combinación
desde que se juntaron la ginebra y la tónica.
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