La peonza que pinta

Publicado originalmente el 9 de septiembre.

Y en estas que apareció Pablo Hoyos. Madrileño, poeta, escritor, seductor y como resultado de todo esto, al parecer, loco. Ah, y Pablo también pinta. Y cómo pinta. No se piensen que Hoyos es de los que se encierra en su estudio para crear sus obras y después exponerlas al modo tradicional. No. Hoyos es lo que ahora se llama un performancero, es decir, él pinta delante de los visitantes su, cómo no, exposición-performance “Viva Danzatti”, en la que, según el mismo confiesa, busca profundizar en la relación del artista con su proceso de generar obras. “Quiero hacer de la creación pictórica un acontecimiento vivo, real, de materialización de un ser humano y de su tiempo”. Pablo nos saca la cocina del restaurante al comedor y nos enseña cómo elabora los platos, como mezcla los ingredientes y los cuece, no a fuego lento: su teatralidad es convulsa, epiléptica, más que interactuar con el lienzo y el óleo, acciona contra ellos: “Cuando pinto, pareciera que el pintar, la actividad pintante (sic), es decir la pintura… serían los movimientos corporales que sostendrían la danza, es decir el baile” Y de esta danza creativa, ritual y caótica, de esta danza pictórica, Hoyos ha parido diecisiete obras en el Museo Nacional de San Carlos, en México, las cuales pasarán a ser expuestas en la galería Rising Art, también en la Ciudad de México. De este modo el artista se monta su propio dos por uno: en la primera parte, nos sorprende con su ritual creador por un lado, como una madre que fornicara y pariera a su criatura en un mismo acto delante del público para después, una vez nacida y limpia ésta, mostrárnosla desde la cristalera de la planta de maternidad. Sus amigos lo llaman “el volcánico” al parecer por su incontinencia verbal y gestual, y eso es lo que Hoyos nos vende, una erupción continua de creatividad, donde, junto con su danza pictórica, también aparece su poemario auto-editado “Quince Volcanicocefalia 5 y otras gonorreas”, y un nuevo libro:"Varaderos de la vida varia”. Un no parar, como su obra.