A cuenta de la cosa esa de la crisis, y gracias a que ustedes me leen, ya estarán informados de que nos iban a dar, prestar, o lo que sea, los famosos cien mil millones de €uros y que al final estos van a quedarse en la nimia cantidad de sesenta y pico mil millones de €uros. Pero como los seres europeos que nos los van a dar, prestar o lo que sea son así de caprichosos, van a imponernos para ello una serie de condiciones que ríanse de las que nos aplicaban nuestros padres para poder salir de noche cuando éramos adolescentes. Así, nuestro querido gobierno ya va advirtiendo de los sacrificios que habrán de llegar para trincar la pasta. Como ya nos han subido los impuestos, la luz, el agua, nos han bajado los pantalones y nos han vacunado por vía rectal, voy a proponer que los nuevos sacrificios sean humanos. Y no se escandalicen, que ya verán como la idea les acaba convenciendo. Para proceder a tal medida, cada uno depositaremos en un buzón comunitario una lista en la que, con carácter previo, habremos escrito los nombres de todas esas personas a las que, si pudiéramos, exterminaríamos sin remordimiento alguno. Para darle más sentido del espectáculo al acto, los sacrificios humanos se harían en las plazas mayores de todas las ciudades, que así, mientras uno ve como se deshacen de los seres que odia, puede vociferar, comer palomitas o tomarse una caña. Vamos, como en la Edad Media con las brujas pero ahora en alta definición y tuiteándolo todo. Y no me vengan diciendo que claro, igual algún desaprensivo mete nuestro nombre en la urna y entonces a ver qué hacemos. No se preocupen, las listas serán elaboradas por una elite intelectual ad hoc que será presidida por algún notable, yo mismo por ejemplo. Así que, por lo que pueda pasar, trátenme con cariño.
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