Le petite mort

Publicado en El día de Zamora el 29 de junio de 2012.

Siempre admiré al Principito por su amor a la muerte. Siempre admiré a ese pequeño ser por saber entenderla, quererla, apreciarla con toda su belleza y magnitud. A través de los años uno otorga diversos significados y sentimientos para alguno de los denominados ejes de la vida; amor y sexo, vida y muerte, en un eterno enfrentamiento de encuentros y desencuentros a través de un fino hilo conductor que es el dolor, a través de nuestra fragilidad como seres humanos. Sé que soy, sin lugar a dudas, demasiado insignificante ante la cantidad de belleza que reside en cada uno de esos elementos, y por eso me aturden, me hieren y atraen cada vez que alcanzo una pequeña fracción de su magnitud. ¿Habéis sentido cómo vuestro ser parece intentar querer escapar, huir, pero a su vez es atraído por tales emociones? En esta etapa de mi vida he llegado a creer que para mí el amor ha sucumbido, no soporto el malestar que me produce. El sexo en cambio me lleva a la muerte, es como dicen los franceses le petite mort, la que poco a poco me sumerge en un mar de dulzura, en un mar de infinitos que solo así, dejando mi mente de lado, puedo alcanzar. Yo, al igual que el Principito, ya no temo la muerte. La espero y quizás algún día la busque. Sólo necesito un desierto que es mi mundo y una serpiente que eres tú.
Si realmente me quieres, ¿me harás ese favor?

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