Arte en los tanques.

Publicado originalmente el 29 de julio.

Según el avance de la vigésimo tercera edición de nuestro querido Diccionario de la Real Academia, cultureta es, o bien una actividad cultural que no alcanza un nivel aceptable, o una persona pretendidamente culta. Y eso voy a ser yo en esta columna semanal, el cultureta que va a contarles aspectos de la cultura que rechinan para el ser humano medio, pero que como yo soy un moderno de gafas de pasta, me atraen cual polilla al farol. Así, quiero que sepan que en Londres, cómo no, escudándose en un festival mundial de “performance” y “happenings” se ha inaugurado una cosa llamada “The tanks”, que no es más que unos nuevos espacios de la Tate Modern dedicados a la creación en movimiento. Como verán, la cosa ya promete. ¿Y por qué “The tanks”? Pues porque dentro de tanques de petróleo cuya función dejó de ser esa hace mucho tiempo, van a realizarse actividades de performance, body art, happening y cine artístico. Arte en vivo señores, lo que toda la vida se hizo en la calle en forma de juglares, bufones y cuenta cuentos, ahora lo meten en un tanque de petróleo de Londres y son ustedes lo más. Y la cosa va para largo, que se van a tirar quince semanas de arte en acción con artistas venidos de todos los lugares de la faz de la Tierra, menos de España, que nosotros no estamos para tonterías y menos si andan de por medio los chicos de la pérfida Albión. Pero por si les parece poco, en el supuesto de que se les ocurra acercarse, no solo van a ir a mirar el sarao, sino que sus organizadores pretenden que los visitantes participen de las actividades que allí se realizan. Vamos, que aparte de cobrarles una pasta en libras por la entrada, van a tener ustedes que trabajar, y todo por la idea de captar un nuevo público que disfrute de los museos de un modo no tradicional. Habitantes de la República Independiente de Charrolandia, si se tienen por poco convencionales, díganle a sus munícipes que les instalen en la Plaza Mayor un contenedor de algo y metan dentro unos faranduleros, que si no mueren con este calor, tendrán una muestra de arte de lo más moderno del mundo. Y si mueren dentro mientras hacen sus performances, más todavía.