Pobrezas

Publicado en El día de Zamora el 19 de agosto de 2011.

Hace unos días paseaba con mi hija y al encontrarnos con un mendigo me preguntó, papá qué es un pobre. Me sorprendió tanto por la inquietud filosófica como porque me llamara papá, que en mi familia somos muy modernos y la niña nos llama por el nombre de pila (a su madre no, que es una antigua y reivindica que la llamen mamá, pero esto no es la cuestión a debatir hoy). Después de pensarlo durante unos pocos pasos le respondí, un pobre es aquel que no tiene lo que necesita. Mi hija me miró y me dijo que era pobre porque necesitaba un helado, no, no lo necesitas, lo quieres, y ella, que lista es un rato y puñetera también, se puso delante de mí, me miró muy seria y me dijo, no, lo necesito. Y así transcurrió ya toda esa tarde, ella con su helado y yo con la intranquilidad que por lo general nos impide discernir entre lo que necesitamos y lo que queremos, entre lo que precisamos para nuestra existencia física y emocional y lo que pretendemos para adornarlas. Al poco rato apareció la madre de la criatura, me dio un beso y sin más me dijo que me quería. Yo me la quedé mirando de soslayo a ver si era capaz de intuir si estaba hablando con una pobre o no.

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