Triunfadores.

           Publicado en El Día de Zamora y El Periódico de Castilla y León el 2 de diciembre de 2022.

Vaya tema eh. Bueno, así para empezar deberíamos saber qué es un triunfador, o más bien de qué hablamos cuando hablamos de un triunfador en la sociedad actual. De alguna manera, todos hemos sido formados y educados en una sociedad triunfalista y más en nuestra civilización occidental, donde la concepción ganadores-perdedores es una visión arraigada en la totalidad de los estratos sociales. En ellos todo gira en torno a triunfar en los valores vinculados al sexo, al prestigio y al dinero, siendo éste último, en definitiva, el valor máximo y único, ya que se supone que, por añadidura, otorga los demás. El sentido de la vida consiste entonces en buscar pequeños y grandes triunfos, sin que importe en lo más mínimo la forma de conseguirlos. Pero no basta sólo con lograr esos éxitos, sino que también es necesario hacer ostentación de ellos y más ahora que gracias a las redes sociales es mucho más fácil mostrarle a todo el mundo nuestro bienestar material, y amigo, si no tienes posibilidades de hacerte ver como un  triunfador en algún campo, tu vida vale muy poco. Así, en el contexto que les he descrito,  lo peor que le puede pasar a una persona, es fracasar. "Fracasado" será el peor insulto que pueda recibir, o la peor sensación que pueda padecer, y tendrá que agachar la cabeza y pensar cómo cosechar un triunfo rápido que mostrar a los demás y con el cual sobrepasar la penosa imagen de perdedor que arrastra por la vida. Esta valoración supone que una vida "normal" es la que se desarrolla de triunfo en triunfo, sin sobresaltos ni debilidades sobre una línea recta evolutiva que, encadenando éxitos, se dirige hacia el éxito mayor: dinero, fama y sexo. Visto esto, en este paisaje triunfalista en el que fuimos formados y al que socialmente estamos “empujados” no nos fue enseñado cómo relacionarnos con nuestras derrotas. Nadie quiere reconocer que algo le salió mal, no se quiere hablar del tema, y se trazan imbricados mecanismos mentales para quedar psicológicamente concebidos como triunfadores. Pues miren; en la vida, salvo cuatro privilegiados, lo normal va a ser que tengan más derrotas que triunfos, y no entiendan esos triunfos sólo desde la santísima trinidad del “dinero-fama-sexo” por ser lo que la sociedad nos quiere imponer. Sálganse a los márgenes y no cuantifiquen su felicidad o la ausencia de esta mediante la posesión de objetos, personas o situaciones externas, más que nada porque al final les van a resultar decepcionantes.

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