Publicado en La Galerna el 13 de mayo de 2020.
Dice el
artículo 188 del Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol, bajo
el epígrafe “Alteración de las competiciones y de los periodos de
inscripción” que: “En caso de fuerza mayor o circunstancias excepcionales, la
RFEF podrá suspender total o parcialmente las competiciones, así como prorrogar
o reducir los períodos de inscripciones, en coordinación, en su caso, con la Liga
Nacional de Fútbol Profesional, cuando así resulte legalmente oportuno.”
Buenos
días. Leo y escucho en todos los medios de comunicación que vuelve el fútbol.
De momento, al menos, los equipos han retomado los entrenamientos bajo unas
medidas de seguridad apropiadas a los tiempos que vivimos y en unas semanas la
competición se retomará a puerta cerrada (a grada vacía más bien). El Madrid,
por cuestiones sanitarias y de practicidad jugará en el Di Stéfano, lo cual permite
evitar los desplazamientos de los jugadores y también acelerar las obras del
Bernabéu. Lo primero puede suponer la “ventaja psicológica” de no
ver tanto cemento en las gradas de nuestro estadio, omitir la sensación de vacío,
no oír el eco del balón golpeado, del grito al compañero, no escuchar, en
fin, los sonidos del fútbol. Así, al fútbol de la “nueva normalidad” le ha
golpeado el “horror vacui”, término empleado en la historia del arte para
criticar el relleno de todo espacio vacío en una
obra con algún tipo de diseño o imagen, y los equipos se proponen
sustituir a sus aficionados de las gradas con elementos que llenen esos huecos,
tales como público de cartón-piedra, realidad aumentada, emisión de sonidos
grabados por los altavoces de cánticos de los aficionados… y para que los que
lo veremos desde casa, las cadenas que retransmitan los partidos planean omitir el enfocar las cámaras hacia el vacío o incluir “efectos especiales” para que tengamos la
sensación de que todo sigue como siempre aunque no sea así. No, les puedo
confirmar que no me gusta la nueva normalidad, aunque para los futbolistas y
las directivas le veo ciertas ventajas, tales como evitar pancartas críticas,
pitidos, abucheos… se perderán las cosas divertidas, pero ganarán en “comodidad”.
Alguna vez he escrito que la sociedad empezó a ir cuesta abajo cuando se
institucionalizaron los productos “light”; con ellos quisimos seguir
disfrutando de algunos alimentos pero evitando la cara oscura de estos, sobre
todo evitar engordar. ¿Qué conseguimos con ello? Una sociedad edulcorada en todos
los aspectos, sin sustancia hasta en el pensamiento, la sociedad de la ligereza podríamos
llamarla; vacía de sabor, de autenticidad, de vida. Y ahora, el fútbol de la
nueva normalidad se parecerá al de antes sólo en que juegan once contra once,
porque se le privará de lo más importante que es el sentimiento de la fiebre en
las gradas, si me permiten tomar el título de la novela de Nick Hornby.
Esto en lo que respecta a los planes de Tebas sobre La Liga,
pasemos ahora a la cuestión sanitaria. Escuché hace un par de día al Dr.
Antonio Zapatero, director del hospital de Ifema durante la crisis del
coronavirus y ahora ascendido a viceconsejero de sanidad de la Comunidad de
Madrid, decir que el fútbol no debía retomarse. Y lo dijo con la rotundidad que
le da la experiencia de años relacionada con la salud. Argumentaba que, en el
caso de producirse contagios entre los futbolistas o personal relacionado con
ellos, debería aislarse a todos los miembros de la plantilla (incluidos técnicos,
utilleros, fisios…) y a aquellos que hubieran estado en contacto con el
contagiado (familiares, rivales…) con lo que él estimaba que mientras
siguiéramos con el virus descontrolado la competición no debería retornar. ¿Y
qué hacer en este caso? Pues lo que dice el artículo 188 que les he citado al
principio, suspender la competición. Ello implicaría iniciarla desde cero tal y
como empezó esta temporada, con los mismos equipos, sin descensos ni ascensos y
sin campeón. ¿Y las plazas europeas? Ahí habría que seguir el criterio de la
UEFA que dice que quedarían clasificados los clubes que ocuparan dichas plazas al
tiempo de la suspensión del campeonato.
Antes de que me puedan decir que esto sería injusto o lo más
justo, les recuerdo que el reglamento en cuestión fue firmado por todos los
clubes de primera y segunda división al inicio de esta temporada, por lo que
sus artículos ya eran conocidos por ellos y las consecuencias de los mismos
también, así que no cabría invocar por ninguno desconocimiento, perjuicio
propio o beneficio ajeno a posteriori, o cuestiones similares. Firmasteis con
pleno conocimiento de causa, fin al debate jurídico/legal. Volver a jugar con
la amenaza de tener que parar la competición ante nuevos contagios es un
sinsentido. Que es lo que se va a hacer y que mi opinión no vale para nada,
también es verdad, así que bienvenidos al fútbol de la nueva normalidad, sea lo
que sea y en lo que se haya convertido.
Puedes seguirme en twitter en
@cuadrablanco. No es obligatorio.
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