Publicado en La Galerna el 24 de septiembre de 2021.
Según el Diccionario de la Real Academia
Española, el término fe, en su primera acepción, nos lleva al conjunto de
creencias en una religión. La verdad que aquí en “La Galerna”, con
independencia de los dogmas que cada uno profese, estamos unidos por la
religión laica (aunque a veces tenga toques divinos) del madridismo, con lo
cual dejaremos esta primera definición de la RAE y pasaremos a la segunda y tercera
que nos competen más. Así, para nuestro idioma, la fe es un conjunto de
creencias en alguien o la confianza o buen concepto que tenemos sobre ese
alguien. Basta ya de jugar al personaje misterioso; a mí me han encargado
escribirles hoy sobre Hazard. Ya, siento el bajón que acaba de darles, cuando
lo que ahora nos mola es leer sobre Vinicius, Alaba, Camavinga o el eterno
Benzema, les vengo yo aquí con el jarro de agua fría que supone Hazard en esta
plantilla. Pero les voy a pedir el favor de que sigan leyéndome, que les
prometo no abrumarles con datos estadísticos ni apologizar sobre el jugador en
cuestión. Nuestro amigo Eden llegó al Real Madrid en la temporada 2019/20 para
ser el jugador de referencia del equipo, la piedra sobre la que reconstruir
nuestra iglesia. Pero en vez del rayo que rompía por la banda izquierda de Stamford Bridge,
nos llegó una especie de barrilete que más que galopar, apenas rodaba. Luego
vinieron las lesiones y, según nos han pretendido hacer creer, la desidia. Y
Vinicius, también llegó Vinicius para desahuciarlo del once titular y de su
hábitat natural en el campo. Ahora Hazard juega poco (podríamos decir que lo
que es jugar, en Madrid no lo ha hecho así que permítanme reconstruir la
frase). Ahora Hazard sale poco al campo y en esos pocos momentos se le ve con
cierta actividad, pero apenas da para unos pequeños chispazos que no llegan a
romper los nubarrones que le rodean. Así, la gran pregunta de la temporada es:
¿debemos/podemos seguir teniendo fe en Eden Hazard? No seré yo el que les
responda, ya que al ser una cuestión de fe, cada uno deberá tener su
contestación conforme a sus creencias, pero permítanme usar prestadas unas
palabras: “Because I
gotta have faith, can't help but think of yesterday”. Tenemos que tener fe porque
no podemos evitar pensar en el ayer (o algo así sería la traducción). Uno
recuerda el jugador que era Hazard y piensa, cree, tiene la convicción de que
no se le puede haber olvidado jugar al fútbol. Es imposible. Aunque él mismo
nos diga que tras sus lesiones y operaciones no puede volver a ser el mismo que
era, tampoco es creíble que haya pasado de ser un 9,5 a un 3. Así, replanteemos
la “Cuestión Hazard”. Si la banda izquierda ha sido conquistada por Vinicius,
su rol en el equipo podría reconvertirse en de asociarse desde la media punta
con Benzema o con cualquiera del frente de ataque, o el de intercambiarse desde
el interior con la banda que quede libre arriba. No sé de táctica, pero sigo
creyendo que un hueco de importancia, al menos puntual, puede seguir teniendo. Y
sí, ya sé que estamos hoy hablando de fe y que pareciera que les estoy pidiendo
que crean en los milagros. Por cierto, las palabras de las que me he apropiado
más arriba son de George Michael y de su canción “Faith”, la cual, aprovechando
que es viernes, recomiendo que se pongan a un volumen elevado a ver si tienen
otra perspectiva del asunto Hazard. Y si no, al menos les va a animar el cuerpo
y la mente para afrontar el fin de semana. Disfruten.
Puedes seguirme en twitter en
@cuadrablanco. No es obligatorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario