Philip Roth dice adiós.

Publicado en El Adelanto de Salamanca el 25 de noviembre de 2012.

Philip Milton Roth (Newark, Nueva Jersey, 19 de marzo de 1933) se retira. Después de 31 libros dice que ya no puede enfrentarse a la escritura porque esta es frustración. Desde que publicó en 2010 su última novela, Némesis, ya se había decidido, pero “No dije nada porque quería estar seguro” Es más, afirma que tampoco volverá a conceder entrevistas. Desde entonces, dos años ya, en el ordenador de su apartamento de Nueva York hay una nota pegada en la que se lee: “La lucha contra la escritura ha terminado”. Y es más, afirma que lleva dos meses sin leer ni una línea y que solo se dedica a juguetear con su nuevo iPhone 5. Philip Roth, eterno candidato al Nobel, ha tomado la decisión de dejar la literatura porque se le acaba la vida y es consciente de ello. Dentro de la mala noticia que para mí supone que Roth se baje de las letras, lo que más me sorprende es esa clarividencia del escritor a la hora de manifestar que sabe que ha llegado su hora. Imaginen que llega a centenario ¿Aguantaría solo con releer sus novelas preferidas y jugar con las sucesivas versiones que los chicos de Apple saquen de su iPhone? ¿Cómo sabe uno cuándo le llega la hora? Y no les hablo de las cinco y cuarto o las ocho y media, o la hora en la que habían quedado con alguien y se les viene encima, sino la hora, esa en la que uno no solo se retira de la literatura sino que lo hace también de la vida. Aquí me tienen a mí tecleándoles esta columna y creyéndome a salvo de la hora, pero en cualquier momento se me adelanta el reloj, a las manecillas les da por señalarla y fin de la historia. Por eso siempre he pensado que es mejor que seamos nosotros mismos los que nos marquemos la hora cuando nos venga en gana, o cuando las circunstancias nos lleven a ello, sin esperar a que sea la propia hora la que nos llegue sin más. No dejen de ceder a sus impulsos, es mejor bajarse a tiempo que esperar a ser expulsados por vayan ustedes a saber quién. Cojan las rosas mientras puedan, hagan como Roth.

No hay comentarios:

Publicar un comentario