El amor es así

Publicado en El día de Zamora el 16 de septiembre de 2011.

Hay una frase, lapidaria y gastronómica, que dice que ofrecer amistad al que busca amor es como dar pan al que se muere de sed. Aparte de una falta de respeto hacia el despechado, bastante tienes con lo que no tienes como para que te compliquen la vida con una amistad sin derecho a nada más. Y sí, reconozco que me he metido en un buen lío al escribir sobre el amor, así que voy a necesitar su colaboración. Imagínese usted sentado en una sala como la de los monólogos de la televisión, micrófono de pie, escenario iluminado con un foco de luz intensa, y por un lateral salgo yo, que me pongo delante del micro y le cuento que al parecer la sensación más común del amor es la de notar mariposas revoloteando en el estómago. Vamos, algo la mar de parecido a la náusea, que si te pilla comiendo mirarás receloso al pescado y si te pilla por la noche igual es que se te ha ido la mano con los gintonics. Lo bueno es que si esa sensación de amor/náusea te pilla con un pedazo de tía pues eso que te llevas por delante, pero si te pilla con tu amiga la gratis tienes un problema, porque a ver cómo vas y le explicas que esa sensación de amor que tuviste en el estómago no era tal.
-Cariño, ¿te acuerdas que te dije que te quería?
-Sí cielo.
-Pues todo el amor se ha ido por el desagüe cuando he tirado de la cadena.
Pero como eres un echado p’alante en un par de años estás casado con tu amiga la gratis y rodeado de críos.
Moraleja: Ante el menor síntoma de las puñeteras mariposas esas, antes de abrir la bocaza, pide el libro de reclamaciones porque o bien el pescado estaba pasado de fecha o en los gintonics te han metido garrafón.

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