Parto de la base de que ustedes conocen el viejo dicho de que en el amor y en la guerra todo vale. O todo está permitido, como les encaje mejor. Pues he de decirles que por muy antigua que sea la frase, es errónea. Y paso a explicarme.
Por lo que respecta al amor, si ustedes se sienten atraídos por otro ser, al parecer han de recurrir a la química para conquistarlo. Y no, no me refiero a que lo droguen, que a mí no me parece mala idea eh, pero no es este el caso que nos ocupa. La química a la que me refiero es la química del amor. Y es esta una expresión acertada, dado que en la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento. No se les ocurra recurrir a la física para ese menester. Golpear en la cabeza, agredir, meter mano a las bravas, todo esto está mal visto e incluso es susceptible de constituir un comportamiento delictivo.
Sin embargo en la guerra es al revés. Uno puede bombardear a mansalva a una población, tirotearla, masacrarla como le venga en gana y ningún organismo internacional va a venir a decirte nada. Ahora bien, como recurras a la química tienes encima ya a la ONU, a la OTAN y demás cosas así que se les puedan ocurrir a ustedes. Y es que matar a tiros, hachazos, apuñalar, bombardear, exterminar etc. siempre ha estado bien visto, pero amigo, como se te ocurra gasear o algo parecido a una población… eso no. Y está tan mal visto que hasta hay una organización internacional que lo prohíbe, la OCPW, siglas en inglés de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. Así que ya ven, mientras El Asad se cepillaba a su población con métodos tradicionales, la diplomacia se limitaba a decirle que qué feo era eso. Pero ahora que ha sacado el quimicefa del armario, vamos a ir allí a invadirlo a tiros y bombazos por el bien de la paz. Y tal y como está la cosa, mientras vayan a Siria y no se equivoquen con Soria, ni tan mal.
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