Publicado en El Día de Zamora y El Periódico de Castilla y León el 3 de abril de 2020.
De manera más o menos jocosa he estado repitiendo machaconamente que desde que comenzó el confinamiento, todos los días son lunes. No son palabras originales mías, sino del general Villarroya, jefe del Estado Mayor de la Defensa; lo conocerán porque es el señor de uniforme que salía al lado del Dr. Simón contándonos los datos diarios de la pandemia, antes de que este diera positivo en coronavirus. El general nos dijo el pasado día 20 de marzo que, pese a que fuera viernes en el calendario, en tiempos de guerra o crisis, todos los días son lunes. También nos dijo que todos éramos soldados pero miren, pese a reconocer la gran labor que el ejército está realizando, no van conmigo las arengas militares, así que he optado por escribirles una proclama más civil. Lo primero, desearles un buen día. Desear un buen día a los débiles, a los miedosos, a los que no saben qué hacer con todo este tiempo, estas horas, a los que viven solos y a los que desearían poder disfrutar de un breve momento de soledad. Desear un buen día a los temerosos de los instantes que están por venir tanto en lo económico como en lo social, en lo laboral y en lo familiar, y a todos los que parecen estar dotados de una fuerza de ánimo imbatible, pero que seguro que también necesitan apoyarse en alguien. Deseo un buen día hasta a los egoístas que han seguido con su rutina como si nada porque desde su prisma vital, en el mundo sólo existen ellos. Si antes teníamos alguna duda de quiénes erais, ahora habéis quedado al descubierto. Y además de desearles a todos ustedes un buen día, recuerden que hoy es viernes, y los viernes nos transmiten la sensación de que tenemos toda la vida por delante, nos da la risa floja al pensar que, por fin, “hoy toca”. El viernes nunca vaciles, nunca dudes, déjate llevar por lo que sientes. Y aunque todos estamos un poco jodidos, y que en su poema “La tierra baldía” T.S. Elliot nos dijera que “abril es el mes más cruel”, intenten pensar que muchos de los que peor lo están pasando, nuestra gente mayor, ha salido de situaciones más adversas que esta. Incluso piensen que, al final, nada volverá a ser como era, incluso piensen que será mejor. Feliz viernes a todos, pero más a los que necesitan de verdad que sea un buen día.
De manera más o menos jocosa he estado repitiendo machaconamente que desde que comenzó el confinamiento, todos los días son lunes. No son palabras originales mías, sino del general Villarroya, jefe del Estado Mayor de la Defensa; lo conocerán porque es el señor de uniforme que salía al lado del Dr. Simón contándonos los datos diarios de la pandemia, antes de que este diera positivo en coronavirus. El general nos dijo el pasado día 20 de marzo que, pese a que fuera viernes en el calendario, en tiempos de guerra o crisis, todos los días son lunes. También nos dijo que todos éramos soldados pero miren, pese a reconocer la gran labor que el ejército está realizando, no van conmigo las arengas militares, así que he optado por escribirles una proclama más civil. Lo primero, desearles un buen día. Desear un buen día a los débiles, a los miedosos, a los que no saben qué hacer con todo este tiempo, estas horas, a los que viven solos y a los que desearían poder disfrutar de un breve momento de soledad. Desear un buen día a los temerosos de los instantes que están por venir tanto en lo económico como en lo social, en lo laboral y en lo familiar, y a todos los que parecen estar dotados de una fuerza de ánimo imbatible, pero que seguro que también necesitan apoyarse en alguien. Deseo un buen día hasta a los egoístas que han seguido con su rutina como si nada porque desde su prisma vital, en el mundo sólo existen ellos. Si antes teníamos alguna duda de quiénes erais, ahora habéis quedado al descubierto. Y además de desearles a todos ustedes un buen día, recuerden que hoy es viernes, y los viernes nos transmiten la sensación de que tenemos toda la vida por delante, nos da la risa floja al pensar que, por fin, “hoy toca”. El viernes nunca vaciles, nunca dudes, déjate llevar por lo que sientes. Y aunque todos estamos un poco jodidos, y que en su poema “La tierra baldía” T.S. Elliot nos dijera que “abril es el mes más cruel”, intenten pensar que muchos de los que peor lo están pasando, nuestra gente mayor, ha salido de situaciones más adversas que esta. Incluso piensen que, al final, nada volverá a ser como era, incluso piensen que será mejor. Feliz viernes a todos, pero más a los que necesitan de verdad que sea un buen día.
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