Tramas.


                     Publicado en El Día de Zamora y El Periódico de Castilla y León el 28 de abril de 2017.

Ya ven, terminando abril hemos recuperado el otoño. Y viendo cómo está la realidad de nuestras vidas casi sería mejor dejarlo aquí y no seguirles escribiendo, pero como tengo que rellenar este espacio que luego ustedes ven aparcado perfectamente al lado de los de otros colaboradores, que supongo en este momento estarán pensando algo parecido a lo que les estoy escribiendo, vamos a seguir. No sé si conocen la película “Evasión o victoria”, por si acaso les diré que es un drama bélico dirigido por John Houston en 1981 y que está basado en hechos reales. En el verano de 1942, el FC Start, un equipo formado en su mayoría por ex jugadores del Dinamo de Kiev, se enfrentó a un potente combinado de jugadores alemanes. En aquella época Ucrania estaba ocupada por las tropas de Hitler y a los jugadores del Start les vinieron a decir que como ganaran, se atuvieran a las consecuencias. La cosa es que los ucranios ganaron y las consecuencias a las que tuvieron que atenerse fueron lo típico de la época, a saber: arrestos, traslados a campos de concentración, torturas y muerte. Sutiles los nazis no eran, no. En la película de Houston, el partido de fútbol se organiza con la intención de provocar una fuga masiva y si quieren saber cómo acaba la cosa, véanla. Que a qué viene contarles esto, les explico. Resulta que, ahora que al parecer se están aireando las alfombras de la corrupción y que todos los investigados están siendo pastoreados a Soto del Real en una especie de trashumancia de delincuentes, pudiera ser que en dicha prisión se organizara una liguilla de fútbol con la intención de distraer a los funcionarios y zas, darse a la fuga los implicados. Miguel Blesa, Díaz Ferrán, Mario Conde, Miguel Bernard, Luís Pineda, Ignacio González, Jordi Pujol Ferrusola… todos estos dan para montar unos derbys épicos tipo Gürtel vs Púnica, Lezo vs Taula y aprovechando la efusividad de tales encuentros, burlar la seguridad de la prisión y acabar todos en algún paraíso caribeño de esos sin extradición y con mucha playa. Para completar el totum revolutum, Esperanza Aguirre dimite por tercera vez, como en la canción “Tres veces te engañé”: La primera por coraje, la segunda por capricho, la tercera por placer, y después de esas tres veces no quiero volverte a ver. Mientras tanto, Rajoy anda por Brasil a sus cosas, preocupado por la situación de Venezuela y haciéndose fotos practicando su deporte favorito: el escaqueo. Y nosotros aquí, en otoño de nuevo.
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