Miscelánea.


             Publicado en El Periódico de Castilla y León el 30 de diciembre de 2015.


      Para que ustedes no se esfuercen, les cuento: Según el D.R.A.E., miscelánea es algo mixto, vario, compuesto de cosas distintas o de géneros diferentes, o la mezcla, unión de unas cosas con otras. Y sí, pueden suponerse ustedes que les escribo sobre el sarao en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados. Por cuestiones de edición, yo les estoy escribiendo esto el lunes de resaca electoral, y visto el panorama, a estas horas nadie tiene ni idea de qué va a ser de ellos y sobre todo, que es lo que nos interesa, de nosotros. Bien sabido es ya que el Partido Popular ha ganado, con enormes pérdidas, y que el PSOE, pese a resistir como segunda fuerza, obtuvo sus peores resultados en unas elecciones generales. De los nuevos, Podemos ha entrado con fuerza y Ciudadanos parece que se ha quedado ahí un poco como a medias. Así, de la situación se infiere que aquello que vivíamos, la llegada de un partido u otro que solucionara los desaguisados del derrotado, es historia. Bienvenidos al multipartidismo y a la cultura del pacto. Con lo poco que somos en España de negociar con el contrario, hete aquí que ahora no va a quedarnos otra y, aunque lo que hace extraños compañeros de cama sea el matrimonio, según Groucho Marx, verán que la política también. Así, todos van a afanarse en explicarnos, o no, el motivo de por qué está bien lo que no lo estaba y por qué ahora voy a hacer lo que no hice cuando pude o lo que dije que nunca haría. ¿Lo han entendido? Yo tampoco, pero ahora no queda más remedio que mezclar el agua y el aceite para parir un presidente del gobierno. Fácil parece tenerlo Ciudadanos, que a través de su líder, Albert Rivera, nos informó durante la campaña de que el suyo es un partido de centro, y lo ejemplificó diciendo que puede pactar a derecha o a izquierda, es decir, con el PP o con el PSOE, que mucho informar y poco decir me parece eso. Esperemos que esa estabilidad que buscan no provoque nuestra inestabilidad, que no estamos precisamente para eso. Cabe afirmar que la democracia ha crecido, sí, y que antes era todo más fácil, también. Pero ahora empieza lo bueno. Bienvenidos a la cuadratura del círculo.

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