Otra de chinos

Publicado en El Adelanto de Salamanca el 21 de abril.


Si ustedes, por esas casualidades que tiene la vida, se habían dejado caer de un tiempo a esta parte por la localidad china de Yangzhou, provincia de Jiangsu, y han vuelto a su casa presumiendo de que habían visitado la tumba del emperador Yang Guang, ya pueden empezar a hacer las maletas y volver de nuevo porque lo que vieron era un fiasco. Resulta que en la ciudad que acabo de citarles no parece haber crisis económica ni burbuja inmobiliaria, porque andaban afanados unos operarios chinos en la construcción de un nuevo edificio cuando que si coge de aquí, tira de allá, apareció una lápida del que, según nos dicen los chinos, ha sido hasta la fecha su peor gobernante, ya que el tipo en cuestión debió de ser un tirano de cuidado: traidor (se dice que participó en la muerte de su padre, el emperador Wen), megalómano, cruel y despilfarrador, virtudes que, como habrán ustedes deducido, son muy comunes en ciertos gobernantes de nuestro país; pero mientras aquí seguimos votándoles, en China tales características las deben de ver fatal porque el hombrecillo se pasó los últimos días de su vida huyendo de acá para allá para evitar así que lo decapitaran. En su descargo cabe decir que, entre varios de esos proyectos de grandes construcciones durante su reinado, destacan el Gran Canal y la reconstrucción de la Gran Muralla. ¿Y cómo sabemos que ahora esta tumba es la buena y no otro pufo como la anterior? Pues porque se han encontrado un cinturón de oro y jade y unos llamadores de puerta con forma de león, objetos ligados al emperador Sui, según informa el diario China Daily, lo que avalaría la autenticidad del enterramiento. Al lado se ha descubierto otro enterramiento que podría corresponder a la emperatriz Xiao, una de las seis esposas que se sabe tuvo el emperador. Ahora, al parecer hay que lamentar que todo el conjunto se encuentre muy deteriorado, debido a que presenta muestras de haber sido saqueado varias veces, e incluso con anterioridad se había construido encima. 
Pese a todos estos datos, los arqueólogos tratan de ser cautos con este descubrimiento, dado que la tumba es muy modesta y tienen conocimiento de que los restos del emperador se trasladaron de ubicación numerosas veces. Eso y que ya metieron la pata con anterioridad y no es plan de volverla a liar.

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