Searching for Sugar man

Publicado en El Adelanto de Salamanca el 10 de marzo.

En 1942, el Partido Nacional sudafricano se preparaba para alcanzar un poder al que no llegaría hasta 1948. Su ideario tenía fundamento en el apartheid, un vasto sistema para separar a las razas blanca y negra.

Al otro lado del mundo, también en 1942, nacía en Detroit el sexto hijo de unos inmigrantes mexicanos, que por tal motivo se llamó Sixto. A Sixto le dio por la música, y en 1970 publica su primer disco, “Cold Fact”, en cuyas letras habla de las crueldades que afrontan los sectores más pobres y marginados, y en 1971 otro, “Coming from reality”. Tras recibir críticas mediocres, y con bajas ventas, Rodríguez renunció a su carrera de músico.

Mientras, en Sudáfrica, los '70 se caracterizan por el aislacionismo y los bloqueos económicos debido a la política racista, al mismo tiempo que se consolidaban movimientos internos anti-apartheid, reprimidos con dureza por el gobierno. Aún así, alguien introduce en el país algunos vinilos de un artista norteamericano. Y es en esa Sudáfrica del dolor y la marginalidad donde las letras de este artista prenden y se convierten en un himno contra el apartheid. Aquel álbum era “Cold Fact”, y el artista desconocido, Sixto Rodríguez. Llega a ser disco de platino, pero dada la política aislacionista, ni esto trasciende, ni dentro del país saben nada sobre Rodríguez. Se le da por muerto en dramáticas y oscuras circunstancias, lo cual acrecentó su leyenda. Pero en su busca se pusieron Stephen Segerman y Craig Strydom, el cual logró hablar con Mike Theodore, productor de “Cold Fact”, y al preguntarle cómo había muerto Sixto, Theodore le dijo que Rodríguez no estaba muerto. Al encontrarlo, le hablaron del impacto de su música en Sudáfrica, y le propusieron actuar en Ciudad del Cabo. Es 1998 y Sudáfrica está presidida por un negro de apellido Mandela. Rodríguez, acostumbrado a tocar en tugurios, no se imaginaba lo que iba a encontrar. Cuando salió al escenario, una multitud entregada lo ovacionó durante más de diez minutos. Luego se filtró entre ellos la voz del hombre que creyeron muerto, y así durante cinco noches.

Tras esa semana de éxito, Rodríguez volvió a su barrio natal y a su vida humilde, hasta 2006, cuando apareció el sueco Malik Bendjelloul para revivir su historia. Durante cuatro años filmó a Rodríguezy creó “Seaching for Sugar man”, Óscar 2013 al mejor documental. Mientras tanto, Rodríguez sigue viviendo en la misma casa y en el mismo barrio de su Detroit natal.

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