El próximo
lunes se celebra el Día de los Comuneros para conmemorar la batalla que supuso la derrota de
los Comuneros de Castilla, el 23 de abril de 1521. Aparte de la manía que
tenemos en este país de hacer festivos todo tipo de descalabros y calamidades, no
sé si sabrán que el alzamiento de estos comuneros se debió al desvío de
impuestos por parte de la monarquía, y que se refleja en el extracto de una
carta dirigida a Carlos V : “...pedir al
rey nuestro señor tenga por bien se hagan arcas de tesoro en las Comunidades en
que se guarden las rentas destos reynos para defendellos e acrecentarlos e
desenpeñarlos, que no es razón Su Cesárea Majestad gaste las rentas destos
reynos en las de otros señoríos que tiene...” Como verán, la cosa se lió
porque los impuestos que se pagaban eran destinados a cosas para las que no
estaban concebidas. Y así, mientras nuestro estado del bienestar se desintegra
y no hacen más que pedirnos sacrificios, nuestra clase dirigente no se comporta
de manera correlativa, dejando de aportar referentes éticos. Y cuando una
sociedad no tiene donde mirarse está encaminada al caos. Me dirán ustedes que
soy el vocero del pesimismo, cosa que niego, pero la gravedad de los hechos no
debe ser escondida, y si no se endereza el rumbo la respuesta solo puede ser el
desapego o la rebelión. Y creo que estamos en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario