-Buenos días.
-Buenos días.
-Vengo a devolver mi vida, la compré hace poco más de 40 años y mire cómo está. Cuando la adquirí me dijeron que me duraría sobre 80 años o así y ya ve, a la mitad está hecha un desastre.
-Pero eso es porque usted la habrá lavado en frío y ha encogido, o porque ha pretendido que su vida tuviera unas expectativas que no eran acordes a las características de la misma, o que pensó que eso del libre albedrío era una verdad universal y en vez de dejarse llevar optó por pensar que podría ser usted mismo.
-Yo lo que quiero es devolverla y que me la cambien por otra nueva, mejor, más gratificante y fácil.
-Disculpe, pero eso no va a ser posible porque la garantía ya le ha caducado. Además su vida es de cuando las cosas eran analógicas. Las que tenemos ahora son todas digitales y el software es incompatible.
-Pues vaya mierda de vida que tengo.
-Ya ve, eso nos lo dicen mucho.
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